Gure Kuluxka, en euskera, quiere decir nuestra cabezada. Ese ratito que nos dedicamos a nosotros después de comer o en cualquier momento, si necesitamos descansar.
Para mi, la meditación es como mi kuluxka, metafóricamente hablando, es ese tiempo que dedico para estar conmigo, para centrarme sólo en mi.
Cuando comencé a meditar, lo que me resultaba más fácil, para desconectarme del mundo, era imaginar que, desde mi posición de sentada en el suelo, comenzaban a salir raíces de mis piernas, que se introducían en la tierra, serpenteando para poder bajar y bajar y aferrarse a ella.
Mi cuerpo, comenzaba a crecer para convertirse en un sólido tronco, mientras mis brazos y mi cabeza se convertían en unas hermosas y frondosas ramas.
Y así, convertida en un fuerte árbol, me dejaba mecer por la brisa, sentía el calor del sol sobre mi y la humedad de la tierra en mis raíces.
Por esto, cuando pensé en tener un logo, lo tuve muy claro, y así os lo presento.
Me siento fundida con el árbol y, de paso, me fundo con la naturaleza y con todo lo que representa.
Es bueno entender que debemos dedicarnos tiempo, a nosotros mismos.
Por muy ajetreada que sea nuestra vida, por muchos compromisos que tengamos que cumplir…hazte un favor…dedica tiempo para ti…para estar contigo…para escucharte…para conocerte y reconocerte…para que tengas siempre presente que eres un ser de luz, maravilloso, único e irrepetible.
Las terapias alternativas te permiten dedicarte a ti porque, desde que entras en ese espacio, de meditación, de Reiki, o de cualquier otra terapia, tú eres el protagonista y tú eres lo más importante.
Tu auto-conocimiento te ayudará, te sentirás mejor, entenderás el por qué de las repeticiones de los patrones familiares o de tus propios patrones de conducta, mejorarás y harás mejorar a todo lo que te rodea.